El telón se levanta. Un estrafalario piano ragtime da paso a una progresión deliberadamente repetitiva que parece imitar la neblina mental de su autor y sus pensamientos obsesivos.
El instrumento, que hace instantes era jovial y lúdico, ahora es un martilleo incesante, monótono. Su tono metálico lo hace sonar como si proviniera de una antigua fábrica germana a punto de colapsar y operada por autómatas.
La voz de Bowie, casi un muerto en vida en este punto de su biografía, implora sin rodeos por una conexión humana. No propone un matrimonio: lo exige. Es otro nivel de love bombing.
Dicen que es una última súplica a su entonces esposa, Angie, de quien se estaba separando, pero se asemeja más a una plegaria al vacío, a una botella arrojada al mar. Nunca se sabrá a quién estaba dedicada realmente.
La composición es apresurada, impaciente; la tensión se acumula rápido y ebulle en los coros. El cantante demanda un poco de cordura, y solo un vínculo externo puede dársela en ese instante: be my wife, insiste.
El videoclip es tan austero como se podría esperar de un álbum como Low: sin ganas de “pegar” o de sonar en la radio, a pesar de ser un sencillo. Es difícil escucharla por separado y fuera del contexto de su obra de origen, quizá la más fascinante del británico.
Los cortes que le preceden, “Sound and Vision” y “Always Crashing in the Same Car”, son casi como extensiones de la pieza. Evocan el mismo sentimiento de reclusión, de abstinencia, de desconexión con la realidad. La representación más fiel de la llamada trilogía de Berlín.
Apenas tres minutos después, la disonancia del solo de Carlos Alomar se desvanece en un fade-out que pone fin a un fracaso comercial, aunque no artístico.
Bowie deja ver una sonrisa cínica, de resignación: “Mírame, soy un hermoso desastre. Y aún así hago tremendas canciones”.
En su punto más bajo y vulnerable, desde el abismo, fue capaz de engendrar algunas de sus mejores grabaciones.
Sometimes you get so lonelySometimes you get nowhereI’ve lived all over the worldI’ve lived every place
Please be mine
Share my life
Stay with me
Be my wife
También podría (des)interesarte:
Ziggy Stardust: falsos profetas, hedonismo y rocanrol extraterrestre